La idea de crear un blog era algo que había estado rondándome por la cabeza durante meses. Pero tengo que confesar que a menudo sufro (como mucha gente) el síndrome del "paluego". Tareas postpuestas indefinidamente que al final acaban quedando en el camino, o que algunas veces vuelven a renacer en forma de propósitos para el nuevo año...y para el siguiente...y para el otro sin llegar nunca a materializarse.
Tengo que decir en mi defensa que el mundo de los blog era para mí totalmente desconocido, por lo que mi acercamiento era cauteloso y desconfiado. Para que os hagáis una idea, en comparación sería como cuando compras un aparato electrónico de marca desconocida y cuando llegas a casa lo desembalas, sacas las instrucciones y te das cuenta que están escritas en idiomas que ni siquiera sabías que existían (aunque te das cuenta que el castellano debe haberse extinguido definitivamente porque no aparece por ningún sitio) . Entonces lo que haces es empezar a apretar botones guiado por la intuición. Y suele funcionar. Yo soy de los que investigan tactilmente, no de los que dejan el aparato aparcado hasta que alguien viene a instalarselo por que deben pensar que entre tanto boton hay uno destinado exclusivamente a la autodestrucción del aparato y se niegan a experimentar.Y por eso esto ha llegado a buen puerto.
En fin, que me estoy alejando del tema....Que estaba yo posponiendo mi creación del blog amedrentado por la ignorancia cuando fui a toparme un día por casualidad con un blog que me dio el empujón que necesitaba: El blog de María Amelia. Y aunque el nombre no os diga nada o mas bien os haga pensar en el blog de una lectora de tarot de esas que pueblan las televisiones en las madrugadas, nada mas lejos de la realidad. Maria Amelia es (bueno mas bien era, porque la doña lleva unos años criando malvas del tamaño de cipreses) una señora a la que su nieto regaló un blog por su cumpleaños (donde quedó aquello de regalar a la abuela una toquilla o un frasquito de agua de colonia). Y la señora con 95 años descubrió el mundo virtual y se convirtió en una blogera muy conocida no solo en nuestro país si no más allá de nuestras fronteras. Así que pensé que si María Amelia con sus 95 años había sido capaz de tener su propio blog, yo tenía que intentarlo. Y aquí estoy.
En fin, que me estoy alejando del tema....Que estaba yo posponiendo mi creación del blog amedrentado por la ignorancia cuando fui a toparme un día por casualidad con un blog que me dio el empujón que necesitaba: El blog de María Amelia. Y aunque el nombre no os diga nada o mas bien os haga pensar en el blog de una lectora de tarot de esas que pueblan las televisiones en las madrugadas, nada mas lejos de la realidad. Maria Amelia es (bueno mas bien era, porque la doña lleva unos años criando malvas del tamaño de cipreses) una señora a la que su nieto regaló un blog por su cumpleaños (donde quedó aquello de regalar a la abuela una toquilla o un frasquito de agua de colonia). Y la señora con 95 años descubrió el mundo virtual y se convirtió en una blogera muy conocida no solo en nuestro país si no más allá de nuestras fronteras. Así que pensé que si María Amelia con sus 95 años había sido capaz de tener su propio blog, yo tenía que intentarlo. Y aquí estoy.
Tengo que confesar que la concepción ha sido placentera (como suelen ser todas las concepciones...bueno, excepto las que aparecen en la Biblia que son como el olor de las nubes del anuncio de Ausonia) y el parto relativamente fácil (aunque en este caso tampoco he seguido los dictados del libro sagrado que pregona eso de.."parirás con dolor tus hijos"). Creo que el problema vendrá a partir de ahora cuando haya que alimentar y cuidar a la criatura. Y supongo que os estaréis preguntando con qué voy a alimentarla. Pues con todo aquello que me estorbe en la cabeza. Todo aquello que necesite plasmar en palabras, vomitar en esta página. Este va a ser un blog sin rumbo ni dirección. Errático como yo. Un blog donde contar y opinar. Porque como bien dijo Harry el Sucio:
"Las opiniones son como los culos...todo el mundo tiene uno".
Y creo que nunca alguien estuvo tan acertado a la hora de hacer una comparación, de ahí que haya escogido esta cita como bandera de este blog. Porque si lo pensáis tranquilamente, hay opiniones rotundas como un culo moldeado en un gimnasio, opiniones peliagudas como el culo de una folclórica, opiniones enfrentadas como un culo reflejado en el espejo de un probador, opiniones libres como un culo en una playa nudista, opiniones sin fuste como esos culos planos que parecen heredados genéticamente de un click de Famobil...y así muchas más.
Así que ya que culos y opiniones parecen estar unidos, sentiros cómodos de exponer vuestros culos con libertad (metafóricamente hablando; no vaya a terminar esto convirtiéndose en una página de contactos), por que con vuestra participación contribuiréis a hacer realidad el dicho
"culos conocidos, a cien años son amigos".
