13 de marzo de 2012

GITANADA NUI


Se que la mayoría de la gente no compartirá y ni siquiera llegará a entender la atracción que me produce el esperpento, lo bizarro, todo aquello que huele a kitsch. Desde que tengo uso de razón he tenido una inclinación especial por ver el humor absurdo que brindan las cosas cotidianas de la vida. Donde la mayoría solo ve vulgaridad y "cutrerío", yo siempre veo la posibilidad de una carcajada. Para que lo entendáis, cuando todo el fenómeno "Señoras que..." estalló en Internet, yo llevaba años disfrutando  en la vida real de las andanzas de "Señoras que llevan bolsas de plástico en la cabeza cuando llueve", "Señoras que estrujan 16 barras de pan hasta dar con la que está mas cocida", "Señoras que llaman a los Kiwis, Kibis"...Incluso recuerdo haber llegado a crear con mi hermano un vocabulario propio con el que definir por ejemplo el tipo de peinado y de gafas de la gente que encontrábamos por la calle.

Fabiola y su peluca Croissant
 Así nació la "Peluca ladrillo en la cabeza", cuando el pelo esta cardado por todos los sitios menos por uno que está aplastado como si hubiese estado sosteniendo un ladrillo, "Peluca bombazo", cuando el pelo está perfectamente peinado pero tiene un abollamiento como si al propietario le hubiese explotado una granada de mano en la cabeza, "Peluca de pompón", cuando las señoras salen de la peluquería como si hubiesen metido la cabeza en un máquina de algodón de azúcar, "Gafas de caramelo de Cubalibre", cuando las gafas de aumento no escondían el aumento y estaban tratadas para paliar el efecto del sol y tenían ese color caramelo de Cubalibre que tanto nos gustaban cuando éramos pequeños..... Poco a poco nuestro vocabulario inventado fue aumentando y derivando a otros terrenos y fuimos descubriendo detalles con los que seguir construyendo nuestro particular humor absurdo.

Quizás por todo esto, he llegado a cultivar tanto (como ya he mencionado) mi gusto por el absurdo con el paso de los años. Y he aquí que me encontraba la otra noche sentado a la mesa dispuesto a engullir unos huevos fritos con chorizo,  cuando zapeando en busca de algo entretenido con que amenizar la cena encontré el mejor show televisivo de los últimos tiempos (bueno, igual me he pasado un poco, pero tengo que confesar que también tengo tendencia  al histrionismo). Telecinco programaba en horario de máxima audiencia (o Prime time como dicen ahora los modernos) "Mi gitana", un biopic supuestamente basado en hechos reales que ya había despertado mi olfato desde el momento en que vi su promo. Y tengo que reconocer que mis expectativas se vieron cumplidas con creces. La mejor comedia española desde los tiempos de Pajares y Esteso. Creo que no me divertía tanto desde que ví "El liguero mágico".

"Te apetece una empanadilla?"
No salía de mi asombro al comprobar que aquello no era un folletín-culebrón sobre los amoríos y leyendas urbanas que existen sobre la Pantoja. Aquello era directamente y sin pretenderlo, un remake-homenaje al especial navideño que dedicaron Martes y Trece a "Panto" y "Encanna". Miraba moverse y hablar a Eva Marciel ( la actriz que interpreta a la Pantoja) por la casa de Encarna Sánchez y su imagen se cambiaba en mi cabeza por la de Josema diciendo: "Que bonito Burgalou". ¿Imitaba Eva a Josema imitando a su vez  a la Pantoja?. Pero no solo Eva Marciel borda su papel paródico. Fanny de Castro imita a la Macu de Aída imitando a la madre de la Pantoja. Y por si su imitación no fuese suficientemente rocambolesca, los guionistas (un hurra por los guionistas!!!) crean para ella esa maravillosa escena, homenaje a Curro Jiménez en la cual intenta evitar que su hija (la Panto) se ponga un vestido verde porque "el verde resalta el vello". En ese momento una carcajada apoteósica hizo que un amasijo de huevo y pan saliese disparado de mi boca para estamparse contra el televisor, e intentado que llegase aire a mis pulmones traté de encontrar a través de las lágrimas que inundaban mis ojos, si aquel espacio lo patrocinaba Gillette Turbo Max o Corporación Dermoestética.

Maribel recien levantada antes de afeitarse
Apenas recuperado del momento "pelusilla", aparece en acción Jesús Gil y entonces la involuntaria parodia de la parodia toma un nuevo rumbo. Y ya no se si estoy viendo a un actor interpretar a Jesús Gil en la serie de la Pantoja o al gran Joaquín Reyes en un Celebrity de Jesús Gil. Y junto a Jesús Gil aparece brevemente en escena Maite Zaldivar (que por que la llaman Maite, que si no.. por que la actriz se parece a la Zaldivar como un huevo a una castaña) escuchando la proposición de Jesús para que se presente a alcaldesa y echo de menos que los guionistas no hayan hecho decir a Maite: "Me lo pensaré. Ahora te dejo que tengo que ir a comprar unas bolsas de basura que me he quedado sin". Y las escenas en Marbella también parecen un homenaje a "Torrente: Misión en Marbella". Y aquello ya no tiene rumbo ni quien lo controle. Y la Pantoja es muy inocente, pura como la nieve  y "Encanna" es una bollera mala-malísima  (como la bollería industrial) que hace "de sufrir" mucho a la pobre Panto porque la quiere solo para ella. Y entra en escena María del Monte (que la interpreta una actriz que es una mezcla entre Falete y el señor del Netol ) y Encanna se pone hecha un obelisco, digo, un basilisco, porque la Panto y la Maria del Monte se ponen una noche ciegas a copazos en el Casino y para que no las pare la guardia "sivil" y las haga soplar, deciden alojarse en el hotel del Casino. Y la Encarna se pone mala malísima de un cáncer de pulmón de darle al Ducados, y le cambian la peluca por un pañuelo y le maquillan como si fuese el Golum y entonces si que se convierte en Angela  Channing con almorranas, y la Panto que ya está harta de tanto frotar, la deja y se enamora de un señor con más bigote que ella  (Diego no se qué) que parece un vagabundo vestido para una boda de pueblo. Y todo lo rodea una música como de banda sonora de tragedia de Puerto Urraco. Y me doy cuenta de algo en lo que no había caído. Que todos van vestidos como si el vestuario lo hubiese realizado "Modas Loli" en su pequeño taller a la luz de un Camping gas. Y me pregunto: "si la estética de los 80 ya era de por si bastante vomitiva...¿que motivo había para parodiarla?". Claro, que también es verdad que si la vas a cagar, pues cágala a lo grande, no te quedes a medias; para que dejar cabos sueltos. Y que si se trata de parodiar lo parodiado pues el vestuario tampoco puede parecer real. Y en esos momentos hecho en falta mi video VHS para poner a grabar lo que estoy viendo porque cuando lo cuente nadie se lo va a creer, y por que esta "joya" se merece un formato VHS.

Julian vs. Mauricio
Pero lo mejor de todo es que esto no ha hecho nada más que empezar. Todavía quedan por delante dos entregas repletas de más parodias involuntarias, más decorados de cartón piedra, más diálogos desternillantes, más situaciones inverosímiles, más leyendas urbanas sobre la Panto, la aparición de un actor que imita a Mauricio el de Aída imitando a su vez a Julián Muñoz, Paquirrín de fiesta bailando Reggaeton.... Quien todavía tenga dudas para echar un vistazo a esta serie que simplemente vea la promo  de la segunda parte..Julián Muñoz diciendo a la Pantoja: "Quiero que sea mi gitana, mi mujé, mi arcardesa" con un acento andaluz de sketch de los Morancos.



Y ya no me importa si lo que se cuenta es real o inventado por que en realidad lo que menos me importa es la vida de la Pantoja. Lo único que se es que es diversión absurda en estado puro, y con eso me basta y me sobra.