18 de abril de 2012

BENDITA JUSTICIA DIVINA


Impotencia, rabia, perplejidad, incredulidad. Pero sobre todo y por encima de todo, vergüenza. Una sensación terrible de vergüenza. Vergüenza hoy por ser español. Vergüenza hoy por vivir en este país. Vergüenza hoy por que el máximo representante de este país, haya conseguido embarrar la ya maltrecha imagen que tenemos en el exterior. La imagen de la España de charanga y pandereta que durante tantas décadas ha perseguido a nuestro país, vuelve con mas fuerza que nunca. Resucita esa España tan bien retratada por Berlanga en "La escopeta Nacional", pero en esta ocasión con el toque exótico de "Mogambo". Se llenan las portadas de los diarios internacionales de imágenes de nuestro Rey posando orgulloso y altivo ante su última víctima. Mientras en esta parte del globo la crisis arranca los sueños e ilusiones de nuestro futuro, él se divierte arrancando colmillos de elefante africano con cargo a nuestros bolsillos. Que bonita foto para adornar los presupuestos generales del estado. Que maravillosa instantánea para ilustrar ese ridículo 2% de rebaja en la asignación a la Casa Real, frente al tijeretazo que el Ejecutivo mete al resto de los ministerios (Cortes Generales: 4,5%, Tribunal constitucional: 3,4%, Consejo de Estado: 3,7%, Consejo General del poder judicial: 3,9%). Que gran instantánea para guardar en el álbum de fotos de la monarquía de nuestro país, al ladito de la de Iñaki Urdangarín y la Infanta sentados en la terraza del Palacete de Pedralbes consultando sus cuentas corrientes,  y cerquita de la de Froilan practicando un deporte altamente recomendado para niños de 13 años. Reírse de las personas es algo censurable, pero reírse a la cara creo que se convierte en algo perverso. Y siento que las carcajadas en nuestra cara superan ya los decibelios permitidos.

Realmente necesitamos en la actualidad la figura monárquica?. Nos beneficia o nos perjudica?. No voy a ser yo quien ponga en duda la importancia de la figura del Rey en la transición española, pero, eso nos obliga a mantener una institución campando a sus anchas por los siglos de los siglos?. Algunos periodistas, defensores a ultranza de la monarquía, de las buenas costumbres, la ley y el orden, justifican con pasión la última actuación del Rey, argumentando la idoneidad del ambiente que se crea en las cacerías para cerrar negocios y acuerdos beneficiosos para nuestro país. Que recuerdos de tiempos pasados en los que los negocios y los acuerdos entre empresarios y mandatarios se cerraban al calor de cenas opìparas, ríos de vino y favores sexuales de señoritas de "dudosa moral", todo a cargo del anfitrión. En eso hemos evolucionado. Antes se terminaba jodiendo a las mujeres y ahora a los animales. Todo por la patria.  





Y es que si lo pensamos fríamente, a lo mejor nos merecemos la Familia Real que tenemos. Quizá hemos permitido los desmanes de sus miembros por ese "miedo" absurdo a criticar a una institución bendecida con un falso halo de santidad. A lo mejor hemos mirado demasiado hacia otro lado, intentando justificar todas y cada una de sus actuaciones, y de aquellos polvos vienen estos lodos. Solo en este país se nos ocurriría nombrar a una persona amante de la caza, presidente honorífico de una organización que se ocupa de la conservación de la naturaleza. En agradecimiento, el susodicho se lo paga conservando la cabeza de un elefante abatido por sus propias manos, seguramente colocada al lado de la cabeza de "Mitrofan", el oso en cautiverio que según contó la prensa rusa en su momento, se emborracho con miel y vodka para que su majestad disfrutase de una magnifica tarde de caza y un blanco fácil. Y si repugnante es (desde mi punto de vista) disfrutar quitando la vida a un animal, mas repugnante me parece que lo hagan con cargo a nuestro bolsillo. Quizá debería hacerlo con cargo al de su yerno, bastante inflado por cierto gracias a sus maravillosos negocios financieros. Y ya de paso, que la próxima vez le acompañe su nieto Froilan. Qué mejor regalo cuando la criatura se recupere totalmente de ese falta accidente limpiando una escopeta de caza (?), que llevarle a a abatir su primera cría de elefante africano. Eso si, que tengan mucho cuidado con las escaleras que como las escopetas, las carga el diablo. Bendita justicia divina.